Me mudé.

Me fui con toda mi mugre, a otro sitio más polvoriento y deshilachado. http://www.bichicomes.wordpress.com/

El original y la secuela.

Pensaba...¿en qué? un cambalache de temas,entre ellos, violencia. En cualquiera de sus formas, tipos, modelos, sabores y texturas. Y descubrí que usando (Copy-Paste) tan prácticos ellos, podía mostrar
mucha.
Esto que van a leer (bastante extenso, se los aviso pa que no se quejen después, ta?)
En el momento, creí que había sido escrito por quién lo envió, a manera de chiste. Pero no. Quién sí lo hizo, era un desconocido.
Así que esta trifulca se sucitó con sólo un click en "enviar".
El Original

La secuela:
Si hay algo por lo que darte mérito a ti argentino X, tras haberte explayado tan figurativamente, sobre este tema (el cual parece te quita el sueño, como a tantos compatriotas tuyos). Es por tu gran capacidad
de redacción.
Debo decir: ¡ Bravo, bravo, bravo, bravísimo, bravo! Por esas líneas; dentro de las cuales no hay otra cosa mas que admiración.
Si nos pusiéramos un tanto teológicos, hay que aclarar que ustedes, no se encuentran para nada libres de pecado. Si como persona nacida en ese Uruguay, me pongo a pensar en que somos entonces "su continuación". Recuerden entonces, que algunas "segundas partes" "secuelas" "Argentinitos 2", como quieran llamarlo y repito, sólo algunas, de estas repeticiones, suelen salir muy buenas.
Poniéndome costumbrista, no hallo, mejor refrán, para representar esa admiración (esbozada a manera de "asco") que el que dice: "Ladrón que roba a ladrón, tiene 100 años de perdón".
Qué mejor, que su alumno mas aplicado, tenga un sobresaliente, en tal actividad.
Y ya que estamos, habría que ver cuantos "argentinos puros" hay, en la totalidad de su población, como para hablar tan reiteradamente de "propiedad".
Mientras tanto, sigan comiendo esos chivitos que tan mal parecen caerles (claro luego de haberse clavado unos cuántos.) Sin mencionar, la parva de ustedes que debe haberse ortivado por un Ricardito...
Con mucho Cariño: El ombú (Sin mí, tu hacha no tiene sentido.) Nota: Lo cual deja concluir, que gracias a que son una de las mejores escuelas, una de las mas calificas* Léase aquí: calificadas.
Falla: Resultante de una maniobra realizada, por algún "argentino original" quien emprendió la corrida tempestuosa, cargando entre sus manos la "D" y la "A" faltantes.

Simplemente

Quise borrar el número de tu celular. No pude, y entonces...

¡No encuentro mi cosito, pum! ¡Dónde esta ese cosito, pum!
¡Ay se salió el cosito, pum, pum, pum!

Claro que él cantaba con gracia, acompañando la letra con toques a tempo, de aquel tubo de metal que solía utilizar y alguna tarrina, que encontrara a su paso.
Si tenía destapar las cloacas, cargar una chata, o estibar con la destreza de un malabarista experimentado; lo hacía. Ponía en marcha su fuerte y delgado cuerpecito, desde las 7.00 de la mañana, hasta las 3:00 de la tarde sin parar; a no ser, que la hora del descanso lo interrumpiera merecidamente.
Lo de tener que trabajar así, casi al trote durante esas ocho horas elásticas, no le encantaba; al igual que a nosotros.
Sobre todo por tener que soportar al asistente todo el día jodiéndolo, por cada cosa que hacía o dejaba de hacer.
Pero, ¡Ayyy Margot! (Dijera Nico) él tenía muy claro cuándo aplicar justa venganza; haciendo esperar al Gordo eternamente, antes de cumplir el pedido.
¿Cómo?
Mandaba mano en un bolsillo, sacando lo que en alguna época fue un paquete de café de filtro, y desde adentro de éste, una lupa, su lupa; con la que procedía a leer el ticket que describía lo que tenía que traer.
Se tomaba todo su tiempo, era metódico en aplicar lentitud a la lectura. Decía (en voz alta y clara) 30 litros de jabón Dubai, 60 litros de cloro. Guardando luego con sumo cuidado la lupa. Todo esto delante de la mirada fogosa de odio e impotencia del Gordo antes mencionado.
Sabía responder con mucha calidad, al grito de "viejo putooo" de alguno de los compañeros, diciendo casi por reflejo, si si, ¡Culo rotooo! Y lo decía tan bien, que no sonaba a puteada. Admirado como pocos, por su especial habilidad de convertir un simple y corriente calzoncillo, en un espectáculo. En donde el calzón era el protagonista, volando y rebotando contra el techo del vestuario, con el objetivo de "orearse" como nos decía él.
Aunque lo callen, se sabe que mas de uno (tanto en público, como en secreto) supo caer rendido a sus pies, enamorado de aquella colita pelada y turgente (a sus sesenta años) de la cual tanto se hablaba.
"Mire mija... me decía. -Usted no deje que ninguno de éstos se le haga el vivo, éstos son pura boca, sobre todo el Jimmy, que lo que más quiere mija, es sentarse en mi nabo, eso quiere; pero no se anima pobrecito no le da el cuero para pedírmelo de frente... Ah y si quiere que se le pase el dolor de espalda, hágame caso y cuando se levante, tómese un vasito de grapa, va a ver qué fuerza agarra".
30 años de su vida, sumergido en esa máquina venenosa de perfume putrefacto, FRIPUR, esclavista si las hay; presenciando las situaciones mas injustas, ridículas e ingratas no pudieron quitarle a su mirada, ese candor de niño chico, en pleno desarrollo con voracidad por cosas nuevas.
Alcanzaba con sólo contar la historia nuevamente, para hacernos caer al piso carcajeando como locos.
Esa, sobre aquella vez; en la que se CONFUNDIO, llevando a su casa, a una chica de metro ochenta y cinco y de rostro un tanto áspero, y a la que sin intención creyó haber atravesado cruelmente, al encontrarse con la tremenda sorpresa de carne, que colgaba naturalmente del cuerpo de la muchacha y que además, era proporcionalmente correcta para su contextura.
!Ayy, Tico Tico ay, haceme mujer Tico!! nos contaba él que ella le gritaba, en aquella noche desenfrenada y de género equívoco.
Tan obvio como que el tiempo seguirá pasando, es el hecho de que allá en el sector Nº1, allá en “La descarga” ya no importa cuántos lleguen. Sino quién dejó ese espacio; yéndose como tanto le gustaba: montado en su moto, con la sierrita atada al cuello y en la cabeza, su gorra de cuero con tachas. Simplemente, Gualber.

Supernova man. (The One chapter.)

A hand writing about him, is like a million´s mouths talking loud at the same time.The thing is, this hand, belongs her; and what she´s trying to writing about that man, is so hard to mention ...


That´s why she use this lenguage, because it gonna be her mask today.

If Universe could have a voice, the Universe should be stop moving and screaming, this dicotomic sentence: ¡Supernova, Supernova, Oh my God! (This is just an expression, since we don´t believe in gods.) So, She calls theman "Supernova", because she think that is the word that best defines him, in this moment.

She first saw a sunny April morning, several years ago. He was accompanied by a large black dog, but she barely noticed the animal. And simultaneously, he did not notice her presence.
Best of all, began, when little by little, and also unexpectedly, she and Supernova, began to share small talk, in that house (which was only in appearance) because in practice, was a huge platform , where the parades of all kinds of ass, (which were expected to be drilled as soon as possible) were so common, as are the models on arunway.
She knew, with the passage of time, the chances that they can become real friends, grew, and that other
chances, never went about to raise in favor of it. But increasingly, to spend another day closer to him, she was wishing him happy, smiling. Leaving aside the numbers.
And She love´s him even more, when he decided to stay and be her's friend, despite not feeling the same about her.
He has the qualities of a loving teddy bear, so acid, analytical, smoker, distracted, musical, scientific, fart
shooter, funny, Anxious, lovely (and she will miss many) which fit in the slim body of his, which makes sigh.
The One that intellectual capacity, which makes it reaches the point of hebullición as fast, as if he were caressing the entire body with an infinite tenderness.
Exceptional person and very special, as are its beautiful particularity, such as cigarettes, he´s like to somke.
She can stay beside him for hours, as they share a fierce discussion about something deep or just a nonsense.
She can enjoy next to him, a fiercely competitive computer game or a simple card one (which he obviously will try to win at all costs, cheating, if necessary.)
He can promise to her, kicks in head punches, when she achieved that vein that he has in his forehead to swell extremelly, because it's bullshit.
She enjoys the rare, shave it's ass, heart-shaped, just to annoy someone else.
He was for her, (the embrace non-physical, necessary) in those moments where it seemed that there was no place where she can feel protected.
He is to her, the hopes of reunion in either country (because even a little one, hers is also a country, ta?).
With or without hands, she can tell that he is and will remain, whatever happens, the most beautiful Supernova man ever known. Who born in the galaxy, wich is made of beautiful living colours, like him... and this is not the end, just a little look into a One chapter.

Delirio en verde

No pasaron mas de cinco segundos, desde que lo ví mover sus dedos nerviosamente


por primera vez, y tras ese instante de quietud, retomar casi mecánicamente su acción.

Si miro sólo lo que veo desde estos dos o tres metros que nos distancian, puedo concentrarme en la intensidad con la que resplandecen sus pupilas verdes, las cuales entran en suave armonía con el contorno casi publicitario de esa boca carnosa y de un color rojo-rosado.

Me mira, desvío mis ojos hacia la señora de vestido negro; cartera, y saco del mismo tono. Es obvio que no ha venido con él, pero aún así, hay algo en común entre ellos...

Sus edades distan en al menos veinte años, y aunque se ignoran mutuamente, con cada minuto transcurrido los veo unirse más y más, pero ellos no lo saben.

En cambio es indiscutible que él sí acompaña o viceversa, a esa mujer (también mayor para él) con la que ha ido compartiendo varias sonrisas cómplices ante algún evento momentáneo.

Por poco, y caigo en la trampa de creer que la claridad de esas seis primeras pupilas, puede llegar a ser el arengo entre ellos. Pero esto es sólo un espejismo creado por ese paralelo de verde que trazan al mirar y que es tan difícil de ignorar.

El conector es diferente entre los tres, pero su comunidad sigue intacta.

Manos de él, pié y brazo izquierdo por parte de la de cartera negra, sumados al dedo anular derecho de la que lo conoce y no necesita gritarlo.

Este cubículo en el que nos encontramos, hace que me remonte a aquel concierto de la orquesta filarmónica que tuve la suerte de presenciar, allá por 1998, gracias al par de entradas que gané en la promoción de aquel jabón en polvo que tanto le gustaba a mi abuelita.

El resto de los individuos que forman el semicírculo, alternan, yuxtaponen y combinan el ritmo de las distintas sacudidas de sus respectivos esqueletos; casi tan simbióticos como el instrumento y el músico.

El chasquido intermitente que emite el ventilador que cuelga justo frente a mí, parece estar marcando los compases, según los cuales esta sinfonía de cuerpos ha comenzado a sincronizarse.

Me pregunto si los "supuestos humanos nonatos" que flotan en los líquidos amnióticos, de las muchachas A, B, C, y D (quienes fueron apareciendo gradualmente) se encuentran conectados con los demás en esta producción de movimientos, que bien podrían ser calmados por varios litros de té de tilo, ya que las futuras parturientas tienen prohibido adentrarse al mundo de los fármacos.

Todavía faltan diez minutos para las seis de la tarde, y a estas alturas perdí la cuenta de los que se han seguido sumando y restando al temblequeo de extremidades, en algo menos de una hora desde mi llegada.

Es probable que aquel, ese que aprisioné en primer puesto con mi ojeada atrevida, ya no forme parte de esta pseudo orquesta, dado que se retiró de aquí hace tan sólo un rato, respirando profundo y clavando sus luces en la nota que recibió (esa que se hará esperar cuanto se le antoje porque sabe que es en su espera, que nos encontramos aquí, cada uno de nosotros.)

"Tabaquismo", "Ascensor fuera de servicio", cuatro ruedas de una silla que hoy nadie está montando, y una camilla emanando olor a alcohol y vómito, son el marco de nuestra sonata.

Diez, nueve, ocho, siete, seis, CINCO es el nuestro. Sólo por el momento será CONSULTORIO, pues luego de recibir cada quien su blanco palelito; volverá a ser un cinco cualquiera.

Acabo de notar que dije "nuestro" y me auto denominé una musicalizadora mas, aunque en mí no puedo lograr definir, cual de mis partes temblorosas está aportando mas acordes a la orquesta.

Porque en eso me convertí, no se si por lógica, imitación, ingravidez o simplemente por esa incertidumbre que nos arrastró hasta acá y nos puso a matar el tiempo en estas filas de asientos por demás incómodos, que colaboran en lo acérrimo de este anochecer que compartimos en esta waiting room, dil Humberto Primo Ospedale Italiano, haciéndonos rozar un infinito sonoro.