Las posibilidades de seguir preguntándonos, acerca del fenómeno existencial ¿de dónde venimos? son muchas.
Porque como hemos visto, cada vez que un señor de túnica blanca y tubo de ensayo en mano, consiga encontrar algún otro elemento que nos acerque a la respuesta, aparecerá otro, de aquellos quienes gustan vestir en este caso, esa otra prenda parecida a un camisón que ahorca; saliendo a gritar ¡blasfemia! a lo loco.
Allá, en el lugar del que vengo, no tenemos ese tipo de discusiones. Nacimos perteneciendo a una especie, y un ratito después ya éramos de otra. Muchas veces por herencia, y otras tantas sólo por mutación. Yo, soy solo una muestra de aquel mundo.
Nací de la unión entre, el Rastrillo (hijo de la Nena y el Cabo Loco) y la Gata (hija del Pocho y la Mota.) Ligué una parva de tíos: el Lubumba, el Galleta, el Mono, Vinagre, Juanbola, Linyera, Caballo Lagunero, el Tarta, el Parra, la Liebre, la Turca, la Negra, y la Papagaya. Una tierra, en la que el Sordo, es padre del Pelotuda y donde el Oveja, se casó con la Chela.
Donde es natural, escuchar al Puto Carpa, contarle a don Pupo, que se enamoró del Flikiki, a quien vió en la parada del ómnibus, y por quien no pudo evitar sentirse terriblemente seducido, tras observar a "Fliki", saborear con ganas su viejo chupete (de los primeros que llegaron al país.) Para tortura, de los tres últimos dientes que le quedan a ese baqueteado comedor, de no más de cuarenta años.
Todos ellos, y varios otros que hoy no menciono, formamos parte de esa porción de Uruguay en donde los nombres y apellidos, son sólo espejismos.
Entonces, si un día cualquiera, se les ocurre pasar a visitar Aires Puros, pispeén un poco de todo ésto; claro que a riesgo de oír: ¡¡Tsss, tsss!! Si, a vó. ¿No tendrás un cigarro por ahí que me prestes? Es que ando re pelado y no me quedó un veintén ni pa' comprar un poco de tabaco suelto.
Ay mijito...allá todavía podés comprar cien gramos de de aceite, una taza de cocoa o un cebadura de yerba (esa que te saca de la urgencia, cuando caen visitas sin avisar.) Podrás también disfrutar de un hermoso paisaje, decorado con una bella galería de chiripás, que secándose al sol, dejan traslucir las primeras palometas del ser.
Si en mi próxima visita al blog, me da por ladrar, maullar, bramar, mujir, o me pongo a roncar y temblequeo como motor de cachila vieja, no se alarmen porque ya arreglé con Cutini, y prometió hacerme un ADN.
Vengo de ahí.
Publicadas por Bichicome el 1:09:00 a. m.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)